RENACIMIENTO

PARTE 22: RENACIMIENTO

La luna estaba en su pleno apogeo, las estrellas brillaban con gran fuerza, el sol no tardaba en aparecer mi corazón no tardaba en darse por vencido, juliana la jovencita con vestido azul oscuro y cabello rubio estaba echada en mis brazos y pidiéndome que le diera lo que ella tanto había esperado pero yo me mostraba asustado, Kira y Marión están dentro de la casa con Laurentt, me acerque al cuello de Juliana y al momento de ver su blanco cuello alguien me tomo por atrás fueron como tres personas las que me tomaron por atrás y a juliana se había desmayado a ella la agarraron dos tipo (no recuerdo las caras) me taparon la cara y solo escuche que nos subían a un carruaje, no pude oír nada ya que hablaban búlgaro.

Me quitaron aquel trapo y estaba yo amarrado a una silla estaba como en una choza muy desagradable enfrente estaban como 5 tipos con capuchas arrodilladas sobre un como pentagrama y Juliana en medio del pentagrama acostada y desmallada.

-Déjenla en paz malditos¡¡

Los encapuchados tomaron a Juliana de ambas manos y prendieron velas rojas y negras alrededor de ella yo seguía gritándoles y tratando de sacarme pero eran como 5 cuerdas las que me sostenían tal parece ellos sabina cuanta fuerza yo tenia pero al verlos ellos eran normales no eran mistara como yo uno de ellos un caucásico sin cabello y los ojos muy delineados me miro y me acerco una copa que parece ser sangre de murciélago.
Yo no pude contenerme y cerré los ojos bebiendo ese gran éxtasis un éxtasis tan delicioso que yo no podía contenerme y al mirar la copa ya me la había terminado y el hombre quito la copa de mis labios y de pronto otros dos hombres encapuchados uno de cabello negro y otro fornido de cabello castaño me tomaron de mi brazo y empezaron a cortarme una vena yo gritaba como desesperado hasta que ellos llenaron una pequeña copa y la llevaron al pentagrama donde uno de ellos la empezó a beber.

-No lo hagas¡¡¡

-monsieur usted es francés pero su alma es oscura.

Me dijo uno de ellos el de cabello negro y ojos oscuros, cuando el hombre tomo la copa le empezaron a resaltar las venas y cayo al piso en donde de enseguida los otros dos los acercaron a Juliana y ahí estaban acostados en el pentagrama el tipo encapuchado que había tomado la copa y Juliana.

-La jovencita rubia ahora nos pertenece monsieur todos seremos Mitsaras.